Guía completa para elegir bombillas para el hogar: desde las especificaciones hasta los tipos
Elegir una bombilla puede parecer sencillo, pero en realidad es bastante complejo. Las bombillas para diversas luminarias, como lámparas de araña y colgantes, varían en estructura básica, voltaje y potencia. Elegir bombillas eficientes que proporcionen una iluminación de alta calidad es crucial si desea crear una atmósfera específica en su sala de estar o espacio de trabajo.
Las especificaciones de iluminación son complejas, y términos técnicos como iluminancia, temperatura de color e índice de reproducción cromática pueden resultar desconocidos para quienes no son expertos en iluminación, pero son criterios esenciales al elegir una bombilla. Con tantas bombillas disponibles y sus complejos detalles técnicos, elegir la adecuada para su luminaria puede ser un verdadero desafío. Hemos compilado esta guía completa para ayudarle a tomar la decisión correcta.
Características clave de las bombillas
Antes de ir a la ferretería o a la tienda de mejoras para el hogar a comprar una bombilla, debe determinar varios factores básicos para asegurarse de obtener el mejor tamaño, funcionalidad y eficiencia energética posibles. Tipo de casquillo o base.
El casquillo o base de una bombilla es la pieza metálica que la conecta al casquillo de una luminaria. No solo proporciona contacto eléctrico, sino que también la fija a la luminaria. Las bases comunes para luminarias domésticas son las de tornillo, pestillo o gancho.
Los portalámparas de rosca, también conocidos como casquillos Edison (llamados así por el inventor Thomas Edison), están hechos de metal roscado y sujetan firmemente la bombilla en el casquillo roscado. Las bombillas de rosca son muy comunes en los hogares y se utilizan a menudo en iluminación decorativa, como lámparas de araña y de mesa.
Portalámparas de tipo cerradura o de gancho: Estos portalámparas tienen dos varillas o postes metálicos que se extienden desde la base de la bombilla. Estos portalámparas se encajan simplemente presionando o haciendo clic, sin necesidad de girar. Son adecuados para muchas bombillas incandescentes pequeñas y algunas lámparas fluorescentes.
Al comprar una bombilla para una lámpara, es fundamental determinar el tipo de casquillo o casquillo correcto. Si la bombilla ya está instalada, retírela para comprobar su tamaño y tipo de casquillo. Al comprar una bombilla nueva, lleve la vieja a una ferretería o tienda de bricolaje como referencia. Si la lámpara es nueva y no tiene bombilla, anote el número de referencia del accesorio para encontrar una bombilla que cumpla con sus especificaciones.
El tipo de casquillo o conector de una bombilla se identifica mediante un código: una letra representa el nombre de la base y un número representa el diámetro (en milímetros). Por ejemplo, una bombilla E27 tiene un casquillo de rosca Edison y un diámetro de 27 mm; una bombilla E14 tiene el mismo casquillo, pero se adapta a un casquillo más pequeño.
Voltaje
El voltaje se refiere a la presión de la corriente eléctrica que fluye hacia un dispositivo eléctrico, medida en voltios. El voltaje eléctrico estándar en los hogares estadounidenses es de 120 voltios, por lo que la mayoría de la iluminación interior requiere bombillas de 110-120 voltios. La iluminación exterior, por otro lado, suele utilizar iluminación de bajo voltaje, que requiere bombillas de 12 o 24 voltios. Se recomienda la iluminación de bajo voltaje para exteriores, principalmente por razones de seguridad, ya que la iluminación exterior está más expuesta a la intemperie y el bajo voltaje reduce significativamente el riesgo de descarga eléctrica.
El voltaje de una bombilla se puede encontrar en la propia bombilla o en su empaque. Para una iluminación óptima, asegúrese de comprar una bombilla que coincida con el voltaje de la lámpara. Usar una bombilla con un voltaje incompatible puede provocar un mal funcionamiento de la luz o incluso dañar la bombilla y la lámpara.
Potencia
El vataje es la unidad de energía que consume una bombilla, medida en vatios. Anteriormente, cuando las opciones de bombillas se limitaban a las incandescentes y halógenas, el vataje se utilizaba para determinar la luminosidad. Sin embargo, con la llegada de las bombillas de bajo consumo, el vataje ya no es un criterio para la luminosidad. Por ejemplo, las bombillas LED tienen menor vataje, pero son significativamente más brillantes.
Hoy en día, la luminosidad se mide en flujo luminoso (lúmenes, lms). Los lúmenes indican la cantidad de luz que emite una bombilla, independientemente de su potencia; un mayor número de lúmenes indica más luz. Los lúmenes son un indicador más preciso de la luminosidad, y es posible encontrar bombillas con menor potencia pero mayor cantidad de lúmenes, lo que se traduce en una mejor iluminación con un menor consumo energético.
Recomendamos bombillas LED, que ofrecen la mayor potencia lumínica (lúmenes por vatio). Las bombillas LED tienen entre 70 y 90 lúmenes por vatio, en comparación con los 10 de las bombillas incandescentes. Por ejemplo, una bombilla LED de 5 vatios tiene una luminosidad equivalente a la de una bombilla incandescente de 35 a 45 vatios.
Sin embargo, el vataje sigue siendo un factor importante para determinar el consumo de energía. Las bombillas de mayor vataje resultan en facturas de electricidad más altas. Además, las luminarias tienen valores máximos de vataje, lo que limita la potencia de las bombillas que se pueden usar en diferentes luminarias.
Al comprar una bombilla, asegúrese de comprobar la potencia máxima de la lámpara o consulte la potencia de las bombillas antiguas. Por seguridad, elija bombillas de menor potencia y mayor lúmenes. Evite usar bombillas con una potencia demasiado alta, ya que pueden dañar la lámpara e incluso provocar un incendio.
Otros parámetros a considerar al elegir una bombilla
Además de considerar el tipo de base, el voltaje y la potencia, otros factores pueden influir significativamente en la funcionalidad y la estética de su espacio vital. Especialmente al crear una atmósfera específica, los siguientes tres parámetros de iluminación pueden mejorar la comodidad y la conveniencia.
Iluminancia
La iluminancia mide la cantidad de luz irradiada por una fuente luminosa y difundida sobre una superficie determinada. Ayuda a determinar el nivel de luminosidad necesario para las diferentes zonas de la casa.
La unidad de iluminación es el lux (lx), que no debe confundirse con el lumen (lm). El lux mide el flujo luminoso total (iluminancia) que incide sobre una superficie específica, mientras que el lúmen mide el flujo luminoso total (flujo luminoso) emitido por una bombilla en todas las direcciones.
Elegir una bombilla que se ajuste al nivel de iluminación deseado es bastante sencillo. 1 lux equivale a 1 lumen por metro cuadrado de espacio, por lo que una vez que sepa el área que desea iluminar, podrá determinar el brillo requerido.
Por ejemplo, los expertos en iluminación recomiendan entre 300 y 400 lúmenes por metro cuadrado para una oficina o estudio. Una oficina en casa de 10 metros cuadrados requeriría aproximadamente entre 3000 y 4000 lúmenes para una iluminación óptima.
Temperatura de color
La temperatura de color se refiere al grado de calidez o frialdad de la luz emitida por una fuente de luz y se mide en Kelvin (K). Los valores Kelvin más altos indican una luz más blanca o más fría. En un entorno doméstico, las personas generalmente prefieren fuentes de luz más cálidas con valores Kelvin más bajos en espacios con poca luz, como dormitorios, comedores y salas de estar. Las fuentes de luz más frías con valores Kelvin más altos generalmente se recomiendan para áreas que requieren altos niveles de luz, como cocinas, baños y estudios.
Las temperaturas de color para aplicaciones residenciales se clasifican de la siguiente manera:
Luz blanca suave o luz de vela (1500 a 2700 Kelvin): imita el tono típicamente amarillento de la luz incandescente, creando una atmósfera cálida y acogedora.
Blanco cálido (2700 a 3000 Kelvin): un tono blanco amarillento crea una atmósfera más brillante y confortable.
Blanco brillante (3000 a 4500 Kelvin): una combinación de blanco y azul crea una sensación vivaz y enérgica.
Luz diurna (4500 a 6500 Kelvin): un tono azulado proporciona el máximo contraste de color.
Si bien la elección específica de la temperatura de color en última instancia se reduce a la preferencia personal, los expertos de la industria de la iluminación ofrecen algunas recomendaciones generales: las temperaturas de color bajas crean colores más cálidos que crean fácilmente una atmósfera relajante y tranquila; las temperaturas de color altas crean tonos más brillantes y blancos, ideales para mejorar la eficiencia y el rendimiento en entornos de trabajo.
Índice de reproducción cromática (IRC)
El índice de reproducción cromática (IRC) mide la precisión con la que una fuente de luz artificial reproduce el color real de un objeto. El sol del mediodía se suele usar como punto de referencia, con un IRC de 100. Un IRC más alto indica una representación más fiel del color real de un objeto.
Las fuentes de luz artificial con un IRC bajo pueden causar dominantes de color y distorsión, lo que puede causar fatiga visual. Para obtener mejores resultados, elija bombillas con un IRC alto. Se recomienda un IRC de 80 o superior para iluminación interior y de al menos 65 para iluminación exterior.
Diferentes tipos de bombillas
Existen cuatro tipos principales de bombillas comunes en el mercado: incandescentes, halógenas, CFL y LED. A continuación, se presenta un resumen de las características de cada una.
1. Lámpara incandescente
La lámpara incandescente, una bombilla clásica que existe desde el siglo XIX, produce luz y calor calentando un filamento a una temperatura específica. Las lámparas incandescentes son ineficientes: el 90 % de la energía se utiliza para calentar el filamento y solo el 10 % se convierte en luz visible. Si bien son más económicas, también conllevan facturas de electricidad más altas y una vida útil más corta, de aproximadamente 1000 horas.
2. Lámpara halógena
Las bombillas halógenas son esencialmente una versión mejorada de las bombillas incandescentes. Liberan más calor y convierten más energía en luz, lo que resulta en una mayor eficiencia. Además, tienen una vida útil más larga, de hasta 2500 horas. Las bombillas halógenas están hechas de vidrio de cuarzo resistente al calor, que resiste la rotura por altas temperaturas. Se añade gas halógeno para evitar las manchas oscuras que se producen en las lámparas incandescentes debido a las altas temperaturas.
3. Lámpara fluorescente compacta (CFL)
Las lámparas fluorescentes compactas (LFC) funcionan según el mismo principio que las lámparas fluorescentes, pero con un formato similar. Estas lámparas de bajo consumo ofrecen ventajas como mayor compacidad, alta eficiencia, alto mantenimiento de lúmenes y menor disipación de calor. Las LFC están disponibles en una variedad de formas y tamaños y tienen una larga vida útil de más de 6000 horas. Para la misma cantidad de radiación de luz visible, las LFC consumen solo entre un tercio y un quinto de la energía de las bombillas incandescentes.
4. Luces LED
LED significa diodo emisor de luz, y las bombillas LED utilizan esta tecnología para generar luz. Mientras que las fuentes de iluminación tradicionales convierten la energía eléctrica en calor antes de emitir luz, las bombillas LED convierten la electricidad directamente en luz. Esto no solo resulta en una producción de luz eficiente, minimizando el desperdicio de energía, sino que también elimina los retrasos de calentamiento. Las bombillas LED ofrecen bajo consumo de energía, alta luminosidad y la mayor vida útil de todos los tipos de bombillas, superando las 50.000 horas. Aunque son ligeramente más caras, se han convertido en una fuente de iluminación popular gracias a su excelente relación calidad-precio.