La luz intensa por la noche es perjudicial para el corazón.

2025-11-11

Este periódico informa que trasnochar revisando el teléfono con la lámpara de escritorio encendida, dejar las luces de noche prendidas toda la noche y la contaminación lumínica urbana que se filtra a través de las cortinas… estas escenas cotidianas de la vida moderna podrían estar deteriorando silenciosamente la salud cardiovascular. Recientemente, la Universidad de Flinders en Australia publicó el mayor estudio realizado hasta la fecha sobre la exposición a la luz y la salud cardiovascular. Tras analizar más de 13 millones de horas de datos de monitorización de la luz de 88.905 personas mayores de 40 años, el estudio confirmó que una fuerte exposición a la luz nocturna aumenta significativamente el riesgo de insuficiencia cardíaca e infartos, mientras que la luz solar suficiente puede tener un efecto protector sobre el sistema cardiovascular. El equipo de investigación utilizó el lux como estándar para medir la intensidad de la luz, definiendo claramente los umbrales lumínicos para diferentes entornos: la intensidad lumínica de un cielo nocturno oscuro es inferior a 0,01 lux, mientras que un ambiente interior bien iluminado supera los 100 lux. El análisis de datos mostró que, en comparación con quienes tuvieron la menor exposición a la luz nocturna, los participantes expuestos a la mayor intensidad de luz nocturna (mediana superior a 105,3 lux, entre los percentiles 91 y 100) presentaron un riesgo un 56 % mayor de insuficiencia cardíaca y un riesgo un 47 % mayor de infarto. Cabe destacar que esta amenaza para la salud fue más pronunciada en jóvenes y mujeres, lo que sugiere que estos grupos podrían ser más sensibles a las alteraciones del ritmo circadiano. El principal daño de la exposición a la luz nocturna radica en la alteración del ritmo natural del sueño, explicó el investigador principal del estudio. El núcleo supraquiasmático del hipotálamo, centro del reloj biológico del cuerpo, regula la secreción de melatonina mediante la percepción de los cambios de luz en la retina. La luz nocturna intensa inhibe la producción de melatonina, lo que dificulta mantener el sueño y provoca un sueño fragmentado. Esta alteración del ritmo, en sí misma, constituye un factor de riesgo independiente para las enfermedades cardiovasculares. Estudios previos han demostrado que los ritmos de sueño anormales activan el sistema nervioso simpático, lo que conlleva un aumento de la frecuencia cardíaca y vasoconstricción, que a largo plazo puede inducir fluctuaciones de la presión arterial y un aumento de la carga miocárdica. El estudio también reveló una serie de hallazgos positivos: una exposición adecuada a la luz solar puede proteger la salud cardiovascular. Sin modificar factores del estilo de vida como la dieta y el ejercicio, la exposición regular a la luz solar puede reducir el riesgo de enfermedad coronaria, insuficiencia cardíaca y accidente cerebrovascular entre un 13 % y un 28 %. Este hallazgo confirma aún más la importancia del ritmo circadiano natural (trabajar al amanecer y descansar al atardecer) para la salud. Con base en los resultados de la investigación, el equipo investigador ofreció varias recomendaciones prácticas: se recomienda evitar la exposición a luz intensa durante el sueño nocturno y mantener la iluminación del dormitorio a un nivel bajo.Se recomienda priorizar fuentes de luz de baja irritación, como la luz ámbar; reducir el uso de dispositivos electrónicos una o dos horas antes de acostarse para evitar que la luz azul inhiba la secreción de melatonina; y aumentar adecuadamente la exposición a la luz solar durante el día, especialmente durante los descansos laborales. Además, los investigadores instaron a los departamentos pertinentes a realizar más investigaciones especializadas y desarrollar guías de uso saludable para la iluminación doméstica, hospitalaria y pública urbana, con el fin de reducir las posibles amenazas de la contaminación lumínica para la salud cardiovascular desde una perspectiva ambiental. «Este estudio ofrece una perspectiva completamente nueva sobre la prevención de enfermedades cardiovasculares», comentó un experto del sector. El experto señaló que reducir la exposición a la luz nocturna, como intervención económica y fácil de implementar, tiene el potencial de convertirse en un complemento importante a las medidas preventivas tradicionales. Las investigaciones futuras deberían incorporar más datos clínicos para optimizar los estándares de salud relacionados con la exposición a la luz, ayudando así a la población a encontrar un equilibrio entre comodidad y salud en la vida moderna.

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