Pautas correctas de eliminación y almacenamiento para diferentes tipos de lámparas usadas
La manipulación y el almacenamiento de lámparas usadas o dañadas dependen del tipo específico. Antes de desecharlas, se recomienda revisar el embalaje del producto y cumplir estrictamente la normativa europea vigente.
Eliminación de tubos fluorescentes
Las lámparas fluorescentes (incluidos todos los tipos) contienen mercurio y fósforo, dos sustancias altamente nocivas para el cuerpo humano. Por lo tanto, no deben desecharse con la basura municipal común, sino almacenarse en un área designada que cumpla con las normas específicas. Al determinar el lugar de almacenamiento de las lámparas fluorescentes, se deben considerar diversos factores, como la salud y la seguridad, la protección del medio ambiente y los requisitos legales.
A partir del 1 de julio de 2013, los países de la UE implementaron oficialmente un nuevo sistema de clasificación de residuos que clasifica explícitamente las lámparas fluorescentes usadas como residuos peligrosos (también conocidos como residuos problemáticos). Para minimizar el riesgo de fugas de sustancias tóxicas al medio ambiente causadas por lámparas dañadas, la forma más segura de desecharlas es depositarlas en los puntos de recogida municipales designados o en los contenedores destinados para este tipo de lámparas (los sitios web de los gobiernos locales suelen ofrecer una lista de puntos de reciclaje específicos). Además, al comprar tubos fluorescentes nuevos, también puede devolver los viejos a la tienda para su reciclaje. Los puntos de recogida de residuos electrónicos también aceptan estos tubos fluorescentes viejos.
Eliminación de bombillas incandescentes tradicionales
Las bombillas incandescentes tradicionales no contienen sustancias nocivas para las personas ni el medio ambiente. Por razones de seguridad, pueden desecharse directamente en contenedores de basura mixtos. Sin embargo, es importante tener en cuenta que estas bombillas no deben depositarse en contenedores de vidrio o plástico.
Si bien las bombillas incandescentes tradicionales son inocuas para el medio ambiente y las personas, se recomiendan fuentes de luz de bajo consumo como los LED para el ahorro de energía a largo plazo y la protección del medio ambiente. Las fuentes de luz LED tienen una vida útil de varios años, lo que reduce eficazmente las facturas de electricidad y la cantidad de residuos generados por el reemplazo frecuente de bombillas.
Eliminación de lámparas LED (incluidas las lámparas de panel LED)
Las bombillas LED y las lámparas antiguas con paneles LED ofrecen importantes ventajas ambientales y económicas. Su estructura principal se basa en diodos electroluminiscentes y no se añaden sustancias nocivas durante su fabricación, lo que las hace muy respetuosas con el medio ambiente. Aun así, las lámparas y bombillas LED no deben desecharse con la basura doméstica. La forma correcta de desecharlas es depositarlas en contenedores designados para el reciclaje de LED o enviarlas a un centro local de reciclaje de residuos electrónicos para su posterior desmontaje, reciclaje y reutilización por parte de organizaciones especializadas, logrando así el reciclaje de recursos y reduciendo el posible impacto ambiental.
