El presidente promete recortes enormes. Expertos de la industria de la iluminación: ¿Qué es "grande"?
Tras meses de aumentos arancelarios y fluctuaciones erráticas en la política comercial, la industria de la iluminación estadounidense observa con cautela el posible cambio de política. El martes, el presidente estadounidense, Donald Trump, reveló que el arancel del 145 % impuesto a las importaciones chinas a principios de este mes podría reducirse próximamente.
Los aranceles se reducirán significativamente, dijo Trump en la Oficina Oval, pero no se reducirán a cero.
Aunque las declaraciones fueron breves y específicas, coincidieron con declaraciones previas del secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessant. Según CNN, Bessant había descrito en privado el actual estancamiento comercial entre Estados Unidos y China como insostenible. Aunque las políticas pertinentes aún no se han ajustado oficialmente, la actitud de Washington ha mejorado notablemente.
Esta dinámica es crucial para la industria de la iluminación. Desde principios de febrero, las empresas de iluminación se han enfrentado a un entorno arancelario en rápida evolución que no solo ha impactado las estructuras de costos, sino que también ha afectado la confianza del mercado. Desde la amenaza inicial de aranceles a los productos chinos, pasando por aranceles adicionales a los productos de acero y aluminio, hasta las fricciones comerciales con México y Canadá, y el elevado arancel del 145% sobre las importaciones chinas, cada ronda de cambios en las políticas ha generado nuevos problemas para la industria.
Aunque el último tipo arancelario sólo ha estado en vigor durante unas pocas semanas, la incertidumbre en torno a los aranceles ya dura bastante tiempo.
Alivio a corto plazo, pero el impacto persiste
Los ajustes de la política arancelaria en otras importantes regiones manufactureras han exacerbado aún más la inestabilidad del sector. El 9 de abril, Estados Unidos anunció un aumento significativo de los aranceles a las importaciones procedentes de Vietnam (46%), Camboya (49%), India (26%) y Malasia (24%). Sin embargo, pocos días después, el gobierno estadounidense suspendió estos aumentos arancelarios y restableció el tipo arancelario al 10% en un plazo de revisión de 90 días.
Una situación similar ocurrió en marzo de este año. En ese entonces, el gobierno estadounidense impuso un arancel del 25% a las importaciones procedentes de Canadá y México, lo que afectó directamente a las marcas de iluminación que ensamblan productos en Norteamérica. Sin embargo, la medida duró solo 48 horas antes de ser archivada debido a la oposición de los fabricantes y la presión de los socios diplomáticos.
Para las empresas de iluminación que ya enfrentan desafíos como la inflación, las fluctuaciones de los fletes y los ciclos de entrega más largos, los frecuentes cambios de tarifas no solo han aumentado los costos, sino que también han provocado que las operaciones comerciales se estanquen.
Las listas de precios se han revisado muchas veces y los equipos de compras han tenido que abandonar sus previsiones originales. Los distribuidores han adoptado estrategias de respuesta muy diversas: algunos optan por acelerar los pedidos antes del siguiente cambio de política, mientras que otros suspenden las compras por completo.
Las dificultades de la transformación industrial
La industria de la iluminación es conocida desde hace tiempo por su alta dependencia del mercado chino. Si bien ha trabajado para diversificar su cadena de suministro, las fábricas chinas aún dominan áreas como componentes LED, controladores, componentes ópticos y producción de productos terminados. Si bien el Sudeste Asiático ofrece algunas alternativas, la reciente crisis arancelaria, aunque solo sea temporal, también ha puesto de relieve las limitaciones de las estrategias de diversificación ante la inestabilidad de las políticas comerciales.
México se ha considerado durante mucho tiempo un refugio seguro para las marcas de iluminación estadounidenses, especialmente para aquellas empresas que utilizan plantas de procesamiento transfronterizas para el ensamblaje. Sin embargo, el breve impacto arancelario de marzo recordó a muchas empresas que esta ventaja podría ser efímera.
En resumen, no existe una solución permanente. Incluso si las empresas intentan reducir su dependencia del mercado chino, cada transición conlleva nuevos riesgos, como el aumento de los costos, la insuficiencia de la capacidad de producción, problemas de compatibilidad técnica y una mayor complejidad regulatoria.
Aún hay esperanza, pero faltan detalles
Si bien la declaración del presidente Trump del 22 de abril insinuó la posibilidad de recortes arancelarios, no especificó tasas, fechas de implementación ni normas relevantes. Actualmente, el arancel del 145 % sigue vigente, con solo algunos productos electrónicos de consumo exentos.
Para la industria de la iluminación, acostumbrada a la planificación a largo plazo, la ambigüedad política sigue siendo preocupante.
Incluso si se implementan aranceles más bajos en el futuro, algunas empresas podrían no poder mantener sus objetivos de ventas y ganancias para el segundo y tercer trimestre. Se han incrementado los precios de los proyectos y los pedidos de inventario, se han duplicado los costos de entrega de los productos en tránsito y algunos grandes proyectos de desarrollo incluso se han cancelado por completo.
Los profesionales de la industria de la iluminación no esperan que las tarifas vuelvan a niveles más bajos de inmediato. Lo que más desean es la previsibilidad de las políticas para respaldar las estrategias de adquisición y las previsiones de ventas. Antes de eso, muchas empresas se mantendrán al margen, centrándose en las noticias en lugar de las señales del mercado.