¿Qué es el Design Thinking? Design Thinking de iluminación

2025-10-02

Design Thinking: Reformulando la innovación en función de las necesidades del usuario

El campo del diseño actual está experimentando una profunda transformación, un cambio fundamental que prioriza a los usuarios y se centra en sus necesidades individuales. Este cambio exige trascender los marcos tradicionales de resolución de problemas. El Design Thinking ofrece esta perspectiva holística, permitiendo a los diseñadores involucrarse profundamente en el proceso creativo mediante entrevistas exhaustivas para descubrir las necesidades subyacentes de los usuarios, aprovechando diversos enfoques creativos para construir marcos de proyecto y, en última instancia, garantizando que los espacios y productos se adapten perfectamente a los estilos de vida de las personas.


Diseñador de iluminación): Los principios básicos del Design Thinking


El Design Thinking es fundamentalmente una filosofía innovadora que prioriza constantemente el respeto a las necesidades del usuario y la solución de sus problemas reales al desarrollar nuevos proyectos y servicios. Este enfoque va más allá de la optimización de un solo producto y se centra en la creación de soluciones integrales, buscando resultados óptimos. Sus objetivos principales se pueden resumir en tres puntos clave:

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Una comprensión completa de las necesidades de los usuarios, incluso las más sutiles, incluso aquellas de las que los propios usuarios pueden no ser conscientes;


Analizar los problemas desde múltiples perspectivas, explorar de forma proactiva soluciones novedosas y únicas y, en particular, fomentar enfoques interdisciplinarios que puedan parecer no relacionados con el tema;


La estrecha colaboración con los usuarios durante la fase de prototipado garantiza que la dirección del diseño se ajuste a sus expectativas. El objetivo final de este tipo de práctica es crear diseños que realmente satisfagan a los usuarios, aporten valor a largo plazo y satisfagan plenamente sus necesidades. Al mismo tiempo, el diseño debe considerar tanto la viabilidad técnica como la financiera para garantizar que las ideas sean relevantes para la realidad.


Los orígenes del Design Thinking: un enfoque innovador nacido de la práctica


¿Dónde se originó la innovadora metodología del Design Thinking? ¿Y qué necesidades reales abordó? En las décadas de 1980 y 1990, en la soleada California, epicentro de la vibrante innovación tecnológica de Silicon Valley y un semillero para la convergencia e integración de ideas creativas, nació el Design Thinking. El profesor de la Universidad de Stanford, David M. Kelley, es uno de los fundadores principales de este enfoque, y su génesis está estrechamente ligada a una colaboración con un cliente real.


Un cliente contactó al estudio con un concepto preliminar, buscando inicialmente una casa estéticamente atractiva. Sin embargo, en una fase avanzada del proyecto, los diseñadores propusieron una serie de soluciones de optimización innovadoras, pero debido a una comunicación inicial deficiente y otros problemas, no se implementaron. Fue esta experiencia la que hizo que David M. Kelly se diera cuenta de que los diseñadores deben involucrarse activamente en los proyectos desde la fase conceptual, manteniendo una comunicación estrecha con el equipo y el cliente. Esto se convirtió en un catalizador crucial para el desarrollo del pensamiento de diseño.

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Pasos de la práctica del Design Thinking: El proceso completo desde la idea hasta la implementación


Fase de Percepción Empática: La tarea principal de esta fase es comprender en profundidad las motivaciones conductuales y los problemas prácticos del usuario. Para lograrlo, se puede utilizar el análisis contextual para observar el entorno del usuario o realizar entrevistas etnográficas para explorar en profundidad sus verdaderos pensamientos. Es importante mantener observaciones meticulosas y objetivas, ya que los usuarios a menudo desconocen las posibles oportunidades en sus propios hábitos para optimizar su experiencia laboral.


Fase de Definición del Problema: En esta fase, toda la información recopilada en la primera fase se clasifica y refina sistemáticamente para identificar finalmente el problema central que se debe resolver. Esta tarea supone un reto: definir prematuramente el alcance del problema puede limitar el alcance de la investigación posterior; mientras que dedicar demasiado tiempo a la fase de definición puede incrementar los costos del proyecto y reducir la eficiencia.


Fase de Concepción Creativa: Esta fase requiere un pensamiento innovador para abordar el problema. Además de basarse en sólidos conocimientos profesionales y experiencia previa, también es crucial desplegar al máximo la creatividad, manteniendo una mentalidad abierta y aceptando activamente las críticas constructivas. Al finalizar esta fase, se debe identificar la dirección óptima del diseño como base para el desarrollo posterior del prototipo.

Fase de Prototipado: Crear un modelo físico no implica necesariamente crear un prototipo que se asemeje al producto final. La clave de esta fase reside en transmitir claramente el concepto de diseño subyacente a través del prototipo, permitiendo a los usuarios comprender con precisión la esencia de la idea y, con base en ello, ofrecer sugerencias para una mayor optimización.

Fase de Prueba y Validación: Validar ideas de diseño en escenarios de usuario reales es un proceso complejo y multifacético. Este proceso requiere la coordinación con las partes interesadas de diversos ámbitos, como los administrativos, legales y técnicos, y la plena participación de todas las partes. Solo después de esta exhaustiva fase de pruebas se puede determinar que un servicio está listo para su implementación final.


Lecciones prácticas de Design Thinking


De la práctica del Design Thinking, hemos aprendido una lección clave: su valor fundamental reside en introducir soluciones innovadoras y poco convencionales para satisfacer con precisión las necesidades de los usuarios. Esto es especialmente cierto en áreas donde actualmente no existen soluciones claras, donde sus ventajas son especialmente evidentes. El Design Thinking ha ganado un amplio reconocimiento precisamente porque integra profundamente el conocimiento de múltiples disciplinas, como la psicología, la sociología, la economía, la ecología y la tecnología, conformando una metodología integral y sistemática.


Aplicación del Design Thinking: El ejemplo del diseño de oficinas


El diseño de oficinas es uno de los mejores ejemplos de la lógica operativa y la aplicación práctica del design thinking. Al ser un espacio compartido para diversos usuarios, las oficinas acogen a personas con diferentes estilos de trabajo. Por lo tanto, el diseño de oficinas no solo debe buscar la estética visual, sino también satisfacer las necesidades laborales prácticas de los empleados y adaptarse a sus actividades diarias. Además, debe reflejar la imagen de marca y los valores fundamentales de la empresa. Para lograrlo, se debe adoptar un enfoque interdisciplinario, con entrevistas a todos los niveles de la empresa para recopilar las aportaciones de las diversas partes interesadas. Cada comentario y sugerencia es valioso y, en última instancia, contribuye al éxito del proyecto. Además, es importante comprender que cada oficina tiene su propio modelo operativo y que no existe una solución de diseño estándar que funcione para todos los escenarios.


En el diseño de oficinas, es común ver espacios ideales creados mediante diversos enfoques que, sin embargo, no son utilizados eficazmente por los empleados. El fracaso de estos proyectos no suele deberse a fallos técnicos ni a problemas de diseño inherentes, sino a limitaciones de la cultura empresarial. Por ejemplo, en un sistema de trabajo jerárquico y estrictamente gestionado, los empleados tienden a priorizar la privacidad y la seguridad durante su trabajo. Forzar la creación de espacios de trabajo abiertos en estas situaciones es claramente incompatible con las necesidades prácticas y es poco probable que cuente con la aceptación de los empleados.


Cabe destacar que el valor de una oficina funcional no depende únicamente de la selección cuidadosa del mobiliario. El bienestar laboral de los empleados depende de diversos factores, como una iluminación eficaz, una buena calidad del aire interior y una temperatura agradable. Además, las exigencias de los empleados en cuanto a un entorno de oficina se extienden a áreas como jardines, zonas de relax y aparcamientos para bicicletas. Esto demuestra claramente que el diseño de oficinas debe adoptar un enfoque holístico e integral para crear un espacio que satisfaga plenamente las necesidades de los usuarios.


Aplicación del Design Thinking al diseño de iluminación


En el campo de la iluminación, crear soluciones de iluminación de alta calidad implica mucho más que simplemente comprender la estructura espacial. Un diseño de iluminación verdaderamente exitoso requiere una comprensión profunda de las necesidades reales de los usuarios en el espacio. Solo integrando a fondo las características del espacio con las necesidades del usuario podemos crear una iluminación práctica y fácil de usar.


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